Este artículo es un resumen de [BIL2013] , capítulo 5, epígrafe III

Los pasos en el proceso de formulación de la estrategia tecnológica de la empresa son los siguientes:

  1. Identificar el "potencial tecnológico", esto es, los recursos y capacidades de ámbito tecnológico.
  2. Gestión adecuada de estos recursos mediante su vigilancia, evaluación, enriquecimiento, optimización y protección.
  3. Valorar la "posición tecnológica" de la empresa, que puede ser fuerte, media o débil
  4. Diseñar la "estrategia tecnológica". Algunas herramientas disponibles son el modelo de análisis tecnológico de Arthur D. Little, la curva "S" de Foster, la teoría de la innovación disruptiva y el modelo de racimos tecnológivos.

Modelo de Arthur D. Little

Este modelo relaciona la posición tecnológica (débil, media o fuerte) con la posición competitiva (débil o fuerte) de la empresa, identificando seis posibles estrategias tecnológicas:

  • Liderazgo tecnológico

    Estrategia apropiada para las empresas con fuerte posición competitiva y tecnológica. Requiere mantenerse a la vanguardia en tecnologías clave y emergentes del sector.

  • Seguidor

    Empresas con fuerte posición competitiva con posición tecnológica media. Evita los riesgos y costes de ser el primero.

  • Adquisición de tecnología

    Válida para empresas con fuerte posición competitiva pero débil base tecnológica.

  • Nicho tecnológico

    Apropiada para empresas con débil posición competitiva y media posición tecnológica. Ampliando el nicho gradualmente, puede evolucionar su estrategia.

  • Empresa mixta (Alianzas, joint ventures)

    Útil para empresas con posición tecnológica fuerte sin los recursos necesarios para explotarla.

  • Reconversión

    Necesaria para empresas en posiciones débiles.

La curva "S" de Foster

Según Foster, existe una pauta en el desarrollo tecnológico y que su conocimiento puede ayudar a la formulación de la estrategia tecnológica. La curva "S" representa la evolución de los rendimientos marginales del esfuerzo en I+D durante el ciclo tecnológico.

  • En la fase inicial, el conocimiento está fragmentado y las inversiones en I+D tienen un efecto limitado sobre las prestaciones de una tecnología.
  • En la fase central, el conocimiento está bien establecido y aún lejos de sus límites, es donde la inversión en I+D produce los mayores beneficios.
  • En la fase final, definida por los límites tecnológicos, innmutables y definidos por las leyes de la naturaleza, los beneficios de la inversión en I+D tienden a reducirse.

La única forma de avanzar cuando una tecnología se aproxima a sus limites es a través de una discontinuidad tecnológica, una innovación drástica que avanza los límites tecnológicos dando entrada a un nuevo ciclo tecnológico.

Un comportamiento habitual es el de miopia tecnológica, concentrar los esfuerzos de I+D sobre la tecnología en uso. De hecho, cuando las empresas están llegando a la zona central de la curva "S", fase de máximos rendimientos, es cuando tendrían que explorar posibles nuevas tecnologías.

Durante las discontinuidades tecnológicas los atancantes tienen ventaja frente a los defensores, debido a que estos últimos se enfrentan a costes hundidos representados tanto en inversiones como en el aprendizaje específico a la antigua tecnología.

La teoría de la innovación disruptiva

Clayton Christensen explica como las empresas establecidas son desplazadas por nuevos entrantes. La estrategia de las empresas establecidades que lideran el mercado consiste en mejorar incrementalmente sus productos dirigidos a sus mejores clientes, mediante innovaciones evolutivas.

Una empresa puede entrar en un sector introduciendo una innovación disruptiva, a priori de menor calidad pero que es aceptada inicialmente por segmentos del mercado menos exigentes. Ejemplos: Aerolíneas lowcost, Telefonía VOIP, Fotografia digital...

Conforme va pasando el tiempo, la innovación disruptiva va mejorando y llegará el momento en que sea aceptada por la mayoría del mercado, entonces el nuevo entrante podrá desplazar a la empresa incumbente.

Modelo de racimos tecnológicos

Por racimo tecnológico se entiende el conjunto de actividades basadas en la misma esencia tecnológica, independientemente del sector industrial y de la cadena de valor.

En este sentido, una empresa debe plantearse la decisión estrategica de explotar sistemáticamente su tecnología en sectores distintos al propio. Por tanto, la tecnología disponible se conveierte en el criterio clave para determinar los distintos sectores de actividad de la empresa.


Referencias

[BIL2013]Paloma Bilbao, et al (2013), Política de Empresa y Estrategia, 3ªEd., Editorial Universitas

Este artículo es parte de la serie: Estrategia, tecnología e innovación

  1. Apropiación de los beneficios de la innovación
  2. Estrategia tecnológica de la empresa


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